El éxito de la manzana cerrada radica principalmente en conseguir cualidades espaciales que proporcionen sensaciones de confort y sosiego que faciliten la convivencia vecinal, para lo cual hay que conseguir acertar en la
Calidad espacial del Patio, generada por sus proporciones.
Encontrar el equilibrio sombra-sol, acertar en el diseño de su ajardinamiento haciendo compatibles diferentes usos, por edad o actividad.

Por su condición de espacio intermedio, debe estar aislado de la ciudad pero al mismo tiempo conectado con su entorno, espacial y funcionalmente, es decir, cerrado y abierto puntualmente, para lo cual creamos fisuras rompiendo la sensación agobiante de la manzana cerrada.

Concentramos los portales en el patio interior a los que se accederá por los vacíos de planta baja que acertadamente define el planeamiento.

El protagonismo de las terrazas-logias ligadas a los estares – comedor aconseja concentrar en ellas toda la edificabilidad disponible para terrazas y balcones mientras que en las fachadas de los dormitorios solamente generar huecos para garantizar iluminación y ventilación, generando dos fachadas diferentes, un haz y un envés. Una fachada profunda de sombras variadas, frente a un muro perforado.

Optimizamos la tipología de viviendas pasantes con doble orientación, con clara separación entre zona de día y zona de noche, minimizando los espacios de circulación.
Creamos salones abiertos a amplias terrazas y espacios de solarium singulares.

Incorporamos la Sostenibilidad al Diseño de Proyecto mediante medidas pasivas, minimizando los ratios entre superficie envolvente y superficie construida,
diseñando la fachada con elementos de protección frente a la radiación y aprovechando la ventilación cruzada en las viviendas.

Proyecto básico, ejecución y dirección